Si me permitís, quiero caminar con vosotros acompañando desde mi pérdida y dolor. No sólo con mis ganas de ayudar y apoyar sino también desde el deseo de compartir mi búsqueda y las respuestas que me han llevado más allá del derrumbe inicial.
Este blog os invita a la reflexión y a la profundización sobre aspectos emocionales que rodean el proceso de morir, la misma muerte y el duelo.
La conciencia de haber vivido honradamente y el recuerdo de las muchas acciones buenas realizadas, resulta muy satisfactorio en el último momento de la vida. Con estas palabras de Cicerón inicio este espacio abierto a la reflexión sobre aquellos pequeños y grandes retales que conforman nuestra vida, los retales del presente.
Este blog pretende ser un espacio para el cuidado de la salud en todos los campos. Hablaremos de la alimentación, de cómo trabajar las emociones y los sentimientos, y os daremos herramientas para afrontar las crisis desde un enfoque distinto.
Los niños y sus necesidades emocionales en las pérdidas, la enfermedad y la muerte de un ser querido, se han convertido por mérito propio en poderoso arco de mi flecha. Aquí trataré las necesidades de los más pequeños y encontrareis recursos para acompañarlos y comprenderlos en los momentos de dolor.
En este espacio os invito a reflexionar sobre las implicaciones familiares de la pérdida, así como sobre la relación terapéutica de ayuda. Todo ello desde mi más profundo respeto por el dolor de quienes han perdido a un ser querido.
La pérdida de una persona que queríamos por causa del suicidio es una de las experiencias más duras que debemos afrontar. En este espacio intentaré ofreceros recursos y toda la comprensión de una experiencia que compartimos.
Normalizar la enfermedad, el sufrimiento, las pérdidas y la muerte desde los ámbitos familiar y educativo contribuye a una formación integral de la persona y potencia valores como la responsabilidad, la solidaridad y la convivencia. Un espacio para compartir experiencias, reflexiones, aprendizajes.
Este blog pretende hacer del duelo un hecho cotidiano. Todos estamos en duelo casi permanente en la vida, por pequeñas y por grandes pérdidas que nos obligan a desapegarnos continuamente. Prepararnos para este proceso es posible con el conocimiento y el entrenamiento apropiado.