He podido comprobar que cuando una persona se enfrenta ante una situación cercana a la muerte, se abren las puertas para tomar actitudes muy diferentes que decidirán su mejor o peor aprovechamiento. Lo cierto es que si decide hacer frente a esta situación y presentar cara a la muerte como una realidad esa persona descubre un potencial que no había desplegado hasta entonces. Queremos desde aquí ayudar a desarrollar estas capacidades que se ponen en funcionamiento en estas ocasiones.
La experiencia de quienes trabajamos con personas a las que se les había comunicado que padecían una enfermedad terminal y que su esperanza de vida era limitada, nos demuestra que no pocas de ellas habían logrado, a menudo por primera vez, hacer un hueco para evaluar a fondo su existencia. Se preguntaban que habían hecho de sus vidas y qué serían capaces de hacer con lo que aún les quedaba de ellas. Personas con el valor de mirarse a sí mismas desde su debilidad, pero con mas objetividad y a través de cristales no tan coloreados, capaces de dejar de lado lo mas insustancial, de abandonar preocupaciones triviales. Habían llegado al fondo de aquellas cuestiones que solemos postergar hasta que una crisis nos obliga a juntar el valor necesario para mirar las cosas de manera quizás dolorosa, pero reveladora. En pocas palabras, habían comenzado un proceso de descubrimiento y crecimientos en los valores mas importantes…
Agradezco vuestra iniciativa y deseo sumarla a la nuestra.
Yo perdí a mi hijo por un proceso de enfermedad hace cuatro años y hubiéramos necesitado mucha ayuda emocional, y herramientas para afrontar la difícil situación que estábamos viviendo, pero no la tuvimos. Ahora junto con mi marido somos los respon
sables de la Asociación Alma y Vida en Jaén, y además de atender a padres en proceso de duelo con la ayuda de otros padres y de una terapeuta, estamos intentando llevar a cabo un proyecto de intervención emocional en procesos de enfermedades graves y procesos de duelo en colaboración con la Universidad para poder ser llevado a hospitales y cubrir las necesidades que desde el punto de vista emocional, social y espiritual no se cubren y son tan vitales. No se de qué manera podríamos sumar esfuerzos pero estoy segura de lo podemos conseguir. Así funcionan estas cosas y así deben seguir funcionando, sobre todo en estos momentos de tanta necesidad.
Un fuerte abrazo.
Gracias Andrea! Creo firmemente que los que han partido siguen con nosotros de otra manera. Solo el amor es más fuerte que la muerte. Y mientras estamos aquí tenemos que aprovechar todas las oportunidades para crecer en el amor…
Gracias por unirte a Duelia, creo que desde aquí también podemos caminar juntos…
Un abrazo muy grande. Mario
Hola hermano querido, que día especial que elegiste para empezar con este blog. De hecho el 16 de abril pensé casi todo el día en vos, y en él, en Darío. Pensé en los años que no iba a cumplir ese día, y no la pasé bien. Ni siquiera pude escribirte.
Me alegro mucho de que formes parte de este proyecto noble en sí mismo.
A tu lado siempre. Andrea.
La enfermedad me ha hecho crecer, valoro la vida como un regalo maravilloso que debo disfrutar al máximo, saboreo cada pequeño detalle con ilusión y sobretodo agradezco al universo cada dia, las oportunidades que me ofrece para mejorar.