Toda persona que ha perdido a un ser querido sabe que el amor marca de forma total su proceso de duelo y aunque al principio el dolor domina tanto que difícilmente vemos más allá de su presencia invasiva, tarde o temprano el amor por el ser querido, empieza a manifestarse con fuerza y somos rescatados de toda posible aniquilación. Nuestro amor ha saltado las barreras de tiempo y espacio y la unión se hace más fuerte que nunca.
Hemos sido amados, pero y más importante aún, hemos amado y yo sé que lo que finalmente abre las puertas a esa mariposa que espera al final de todo duelo
es nuestra capacidad de amar que va más allá de tener o no a nuestro ser querido a nuestro lado. Le queremos y eso es lo único que importa
Mi último libro “El buen duelo, Amor y resiliencia”, tiene como tema central la fuerza que otorga el amor en los procesos de duelo. Somos seres regidos por amor y como sabemos todos… el amor siempre busca la unión. El amor, podríamos decir, es el pegamento que nos mantiene unidos por encima de toda adversidad, toda dificultad y es, sobre todo, más fuerte que la muerte.
Para toda persona que ama existe un momento en su duelo en que la ausencia y el vacío fìsico se hacen insoportables y es cuando descubre que ya no podrá tener a su ser querido a su lado para expresar y hacer aquello que hacía antes y que era lo que más le daba vida. No poder hacer lo que nos llena, potencia aún más el vacío y la sensación de aislamiento. Falta algo y no sólo falta esa persona sino todo lo que generaba su presencia.
Esto pasa porque con la muerte nos damos cuenta de cuánto realmente dependíamos de esas actividades aparentemente sencillas pero esenciales. Y de pronto descubrimos que queremos más que nunca y que nuestra capacidad para expresar ese amor se ha ampliado. No poder demostrar esta nueva forma de ser nos va a desmontar y sorprender.
Pero en algún momento sabemos que el amor no tiene fin y descubrimos que nuestro ser querido no solo está más presente que nunca sino que empieza a llenarnos de forma que nuestra unión irrompible se convierte en uno de nuestros principales motivos de vida!
Os invito a entrar en esta dinámica para encontrar la auténtica fuerza del amor y os pido que compartáis vuestros descubrimientos. Me gustaría que nuestros intercambios nos ayuden e inspiren y nada mejor que con las vivencias que os están permitiendo vivir vuestro duelo de una forma buena para vosotros.
Querido Jordi,
Es que no existen palabras por mucho que tengamos a nuestra disposición todos los idiomas del mundo. Pero yo si quiero que sepas que desde los corazones de todos los que te quieren y apoyan, eso que no se puede expresar verbalmente está aunque muchas veces su necesidadde que tú estés bien se interponga.
No hay palabras pero sí una apertura de corazón hacia ti que sólo a veces se puede vislumbrar a través de una sonrisa o mirada o gesto.
Querida Carmen,
El tiempo puede curar, pero y más importante es el apoyo incondicional de las personas que nos quieren. Simplemente saber que están y que comprenden, que respetan nuestro dolor y que no nos juzgan es imprescindible aunque la mayoría de las veces no seamos capaces de reconocerlo verbalmente.
Simplemente saber que estás la está ayudando más de lo que te puedes imaginar.
Querida Marieta,
Gracias por tus patlabras que sé ayudarán. Yo estoy de acuerdo contigo. La energía no se destruye y somos muchos que con la transformación de nuestros seres queridos también hemos transformado y crecido. Desde ese momento el amor se convierte en el principio generador de vida y podemos seguir como muchos que comparten nuestro camino siendo ejemplo y apoyo.
Perdi a mi hijo de 7 años hace un año y la verdad que no encuentro palabras para describir esto… pero lo tengo claro que si estar aqui cada dia lo quiero mas y lo querre hasta que me vaya con el, porque el forma parte de mi, de mi vida , de mi ser porque esta dentro de mi.
Perdi a mi hijo Adam de 7 años hace un año y la verdad que no encuentro palabras para describir esto… pero lo tengo claro que si estar aqui cada dia lo quiero mas y lo querre hasta que me vaya con el, porque el forma parte de mi, de mi vida , de mi ser porque esta dentro de mi.
¡Cuanta razón hay en tus palabras!. Yo he podido comprobar que cuando se marcha un ser querido, tu vida cambia, todo se derrumba…tienes que empezar a construir de nuevo tu vida si no quieres tú también morir en el intento. Tienes que aprender a sobrevivir en un mundo amargo y sin sentido…Si eres capaz de buscar y de aprender ante tanto sufrimiento, saldrás y además con una fuerza que te permitirá afrontar todo el devenir de una manera insospechada hasta ese momento. Solo tienes que olvidarte de tí, pensar en todo lo que te rodea y en los que te rodean, entregarte por entero a ellos y solo por un motivo maravilloso: por amor. Esto es en lo que se ha transformado ese ser que tanto te ha dado durante esos años de convivencia terrenal conjunta. Si consigues tener dentro de tí solo AMOR, habrás conseguido estrecharte en el más intimo de los abrazos con él. Siempre estarás con él, siempre te acompaña. Por tanto ese vacio físico se llena con algo increible y poderoso. Podrás con todo, y sobre todo seguir viviendo el resto de los días que te quedan sobre la tierra disfrutando de lo maravilloso de este mundo, pues aunque parezca dificil, aquí también quedan personas que nos necesitan y a las que nos debemos, así como la belleza y armonía de la propia Naturaleza.
La Energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Yo he transformado a mi hijo en Amor, ahora vive en mí y puedo seguir viviendo…
Un fortísimo abrazo.
Hola Anji, leyendo tus palabras me fusiono en ellas ya que en mi familia acabamos de perder a mi padre. Aunque para mi ha sido un gran padre reconozco que el vacio que yo tengo y no es igual al que tiene mi madre que era el que compartia sus dias y sus horas. A ella se le hace tremendamente dificil el dia a dia. De momento , hay muy pocas cosas que la ayuden. Confio en el paso del tiempo que segun dicen, lo cura todo-
Gracias Laura. Sabemos que cuando aparecen dificultades, tarde o temprano tendremos lo que vamos a necesitar para enfrentar y superar. La muerte de lo que más queremos puede significar que esa persona era importante para que sacáramos lo mejor nuestro, entonces nos va a costar. Pero si tenemos confianza en nosotros, podremos. Somos más capaces de lo que muchas veces creemos. Tenemos que confiar.
Me tranquiliza saber que existen maneras para afrontar el duelo de forma positiva y que nos permitan crecer como personas.
Gracias, Anji por compartirlo con nosotros.